El 15 de noviembre de 2017, Åhr fue encontrado muerto en su autobús de gira cuando su manager fue a ver cómo se preparaba para la presentación de esa noche en un local de Tucson, Arizona. No se sospechó de muerte provocada y se manejó que su muerte se debía a una sobredosis. El 8 de diciembre, la Oficina del Médico Forense del Condado de Pima dio a conocer detalles de un informe toxicológico que certifica que la causa de la muerte fue una sobredosis accidental debido a los efectos de los analgésicos fentanilo y alprazolam. Los análisis de sangre dieron positivo a marihuana, cocaína y el analgésico Tramadol. Las pruebas de orina también mostraron la presencia de múltiples opiáceos poderosos, entre ellos hidrocodona, hidromorfona, oxicodona y oximorfona. No había alcohol en su sistema.
En una serie de publicaciones de Instagram en las horas previas a su muerte, Åhr afirmó haber ingerido hongos de psilocibina y concentrado de marihuana. En otro, afirmó haber consumido seis píldoras de Xanax después de un vídeo que mostraba sus intentos de dejar caer una pastilla no identificada en su boca varias veces antes de tragarla con éxito y agitar un bote lleno de pastillas. Una publicación posterior fue subtitulada "Cuando muera, me amarás".
En los días posteriores a su muerte, un informe policial reveló que Åhr había tomado una siesta alrededor de las 5:45 p.m. antes del concierto. Su manager lo revisó dos veces y lo encontró durmiendo y respirando bien, pero no pudo despertarlo. Cuando el manager revisó Åhr por tercera vez, no respondía y no respiraba. El manager de Åhr realizó primeros auxilios antes de que llegaran los médicos, aunque fue declarado muerto en la escena.
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